Ya no sonaba la música, por eso fue que me adelante y prendí la
radio, así como a ti te gustaba.
Y así como a mí me enseñaste
Los silencios te encontraban ese día, detrás
de cada silla y cada comentario
Las hojas seguían donde mismo y tu risa también
Todos nos mirábamos, intentando poner algún
tema, mientras que lo único,
lo único que pensábamos todo el tiempo era
en ti.
Imagine este momento mil veces y nunca pensé
que sería tan duro, incluso para mí.
Te extraño un millón, te extrañamos la eternidad.
Ni este, ni ningún domingo será el mismo
Solo me quedan tus primaveras, llenas de
niños jugando
llenas de sol y pájaros volando
Solo me queda tu recuerdo, tu brisa y tus
miradas
tus retos y caricias
tus llantos y alegrías
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